Me gusta la palabra perogrullo por su sonoridad y porque me divierte, de alguna manera (quizá en un mal día me molesta hasta la exasperación), el engaño en que solemos caer cuando creemos que lo evidente es algo universal y en cada momento, es decir, que todo el mundo sabe algo de perogrullo y en todo momento.
Cuando uno se pone a ver un documental de esos que te explican la naturaleza humana, esa debilidad, fragilidad, incapacidad de abarcar y comprender todo por las limitaciones de nuestra consciencia, de nuestra memoria, de nuestro juicio, todo ese tipo de ideas que te devuelven a la realidad de quienes somos como especie y de nuestro lugar en el mundo, acabas entendiendo, al final del documental, muchas cosas.
Pero luego las olvidas igual de fácil, porque a menos que seas un profesional que debe manejar todos esos conceptos, tu realidad diaria te aleja de ellos, porque no son más que un recordatorio de quien somos. Y cada uno tiene su formula para recordar ese tipo de cosas. Un modo habitual de darnos cuenta de quien somos en realidad es cambiar la perspectiva con que nos miramos al espejo, o fijarnos en detalles que suelen pasar desapercibidos.
Es algo emocional, porque el descubrimiento de que no somos lo que parecemos, el descubrimiento del lugar que tenemos en este mundo, de que somos finitos, se suele producir en una edad temprana y va asociado a unos sentimientos muy fuertes, grandes conflictos internos que quedan grabados.
El problema es que a veces uno olvida el camino que le lleva a esas emociones y a través del cual encuentra el recuerdo de todo eso que somos. ¿Es posible olvidar algo tan fundamental? Sí, lo es, porque a menudo uno está buscando algo, y esa búsqueda le lleva por otro camino distinto, y si añadimos la complejidad del día a día, es fácil que uno se despiste, se desoriente buscando aquello que se encuentre lejos de ese camino que le ocupa.
Y hablando de desorientarse y perder la capacidad de manejarse, o perder las habilidades mas básicas, estoy sintiendo que en esta entrada de blog, mi habilidad de crear frases con sentido estaba perjudicada, así que mientras pienso si debería borrar todo lo escrito o dejarlo, voy a poner un enlace con la idea que me ha inspirado el texto. Como suele pasar, algo bastante alejado o incluso con una aparente falta de relación absoluta. Yo juro que cronológicamente ha estado en el inicio de todo lo que he escrito aquí.
manquiolo 
Hola manquiolo.
Me parece interesante el enlace que aportas sobre cómo ordenar archivos. ¿Lo has utilizado o conoces algún otro sistema fácil de ordenar archivos y que no cueste mucho tiempo de hacer? Yo utilizo mac, por si hay algún programa específico.
Aprovecho para indicarte que suelo utilizar tu página de enlaces, pero he visto que los has cambiado. ¿Podrías mantener la antigua en alguna página del blog para utilizarla?
Gracias, suelo consultar el blog de vez en cuando, me gusta porque es variado.
Un saludo.
María.
Gracias por tu comentario María.
Sobre el orden de los archivos no puedo decir que haya dedicado mucho tiempo a organizar archivos de música en mi mp3. En mi pc uso las posibilidades que me da windows y poco más. En mac supongo que habrá un modo similar de ordenar: poco te puedo explicar.