¿Fracaso?

Supongo que todo el mundo es consciente de cómo puedo uno perder el tiempo frente al ordenador, pero no creo que mucha gente escriba sobre ello.

No lo sé. Tampoco me he parado a buscar. Es lo que tiene esto de escribir, por la accesibilidad del teclado, más que otra cosa. Uno se dedica a navegar con el ratón, haciendo clic aquí y allí, y de pronto le pasa algo que le hace parar por un instante.

Ese algo puede ser una manera inconsciente de detener el incremento acelerado de clics que uno va haciendo a medida que pasa minutos u horas navegando de enlace a enlace. Ese algo puede ser una emoción.

Y ahí está el teclado que te permite expresar lo que piensas sin necesidad de hacer mucho esfuerzo. Si estás motivado por una emoción, encuentras las palabras adecuadas, y dejas de lado el reparo, la vergüenza de publicar tus pensamientos, ya está, lo tienes al alcance de tus dedos. En unos minutos puedes dejar una entrada en un blog.

¿Por qué tanta facilidad para algunas cosas y tanta dificultad para otras?

No importa no voy a seguir por ahí. He pensado que el objetivo de esta entrada iba a ser la de expresar el fracaso de una actividad, de una tarea que uno ha querido empezar utilizando internet como medio. Usando el ordenador.

Pasa muchas veces y a menudo la torpeza parece explicar muchos de los fracasos. Olvidos, falta de concentración, falta de organización, autoengaño. ¿Qué pasa con todo eso cuando estas delante del ordenador? Pues que te hace perder el tiempo por mucho que creas que no. Y pasa tan a menudo, que uno no se da cuenta de que no está aplicando esas reglas de oro que tanto se escriben, de las que tantos hablan: aprende de tus errores, no abarques mas de lo que puedes aprehender, de lo que puedes controlar, manejar con acierto… y tantas otras.

En este caso quería leer un ebook gratuito que he encontrado mientras buscaba otra cosa.  Está en esta dirección del CSIC

Ya estaba incumpliendo la norma que dice que no te despistes de tu objetivo (a cualquiera le parecería tonto, como poco, que alguien pensara o más aún, se lamentara que el ordenador permita hacer tantas cosas distintas de las que uno quisiera en un momento dado). Pero como suele pasar también con los ordenadores o con cierto tipo de gente ante cierto tipo de retos, obstáculos, de pronto he creído que podía encontrar la clave que me pedía esa web para poder leer ese ebook. Y claro, incauto de mí, me he puesto a buscar en el ordenador y de paso por los vericuetos de mi mente, para recordar donde puse esa clave. Y cuando me he cansado y me he sentido fracasado por no poder leer el libro, o al menos echarle una ojeada, es cuando me he dado cuenta de que no era necesario.

No necesitaba leer el libro por muy interesante que me hubiese parecido en un momento en que el espacio interestelar ha interactuado en la escala tiempo-espacio cibernético, y todas las dimensiones que uno quiera imaginar o establecer, y me ha empujado con una fuerza irrefrenable a moverme en una dirección equivocada, hacia un error, hacia una perdida de tiempo innecesaria, hacia un agujero negro, uno más a los que uno se ve empujado con más o menos frecuencia.

Hay mucha gente que reconoce los síntomas. Yo mismo habré reído con los comentarios de algún blogger o de algún articulista de periódico o de revista o de espacio web que decía algo parecido. Ahora no tengo muchas ganas de reir. Mas bien me siento resignado.

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario